Una multitudinaria manifestación en Barcelona contra la secesión y en reivindicación de la unidad de España mostró hoy la fractura social de Cataluña, a sólo dos días de la fecha en que el parlamento catalán, de mayoría independentista, podría consumar el acto de ruptura definitivo.
A una semana del referéndum unilateral celebrado bajo prohibición, en el que según cifras del gobierno catalán más de 2,2 millones de papeletas -menos del 43% del electorado- apoyaron la secesión, quienes la rechazan salieron a la calle para reclamar al Ejecutivo regional de Carles Puigdemont que no declare la independencia de forma unilateral.
Bajo el lema “Prou, recuperemos la sensy” (Basta, recuperemos la sensatez) la movilización -que reunió a 950.000 personas según Sociedad Civil Catalana, entidad organizadora, y 350.000 de acuerdo a la Guardia Urbana, transcurrió por la Vía Laietana, una de las principales avenidas del centro de Barcelona hasta el Parque de la Ciudadela, en las inmediaciones del Parlamento catalán.